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Financiamiento especializado: la gran oportunidad para que las pymes mexicanas escalen

Financiamiento

 

En México, las pequeñas y medianas empresas (pymes) enfrentan un desafío estructural: acceden a menos del 30% del crédito formal, a pesar de generar el 68% del empleo y contribuir con más del 56% del ingreso nacional. Esta paradoja se debe, en gran medida, a la limitada difusión y comprensión de alternativas de financiamiento más allá de la banca tradicional.

La narrativa común de que “el banco no entiende a las pymes” persiste por una razón clara: el ecosistema financiero mexicano ha sido, históricamente, poco accesible y está centrado en productos convencionales como hipotecas, créditos automotrices o tarjetas. Sin embargo, opciones como el arrendamiento financiero o el factoraje comercial representan soluciones eficaces para aportar liquidez inmediata, renovar activos o ampliar capacidades operativas con flexibilidad.

Según la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras de Arrendamiento, Crédito y Factoraje (AMSOFAC), sectores como el transporte y el automotriz concentran el 69% de su cartera, lo que evidencia el impacto que tiene el financiamiento especializado en la productividad y el crecimiento sostenible. Iniciativas como el Plan México ofrecen una plataforma estratégica para acercar estas herramientas a industrias clave.

La clave está en la educación financiera aplicada y en la comunicación clara por parte de las arrendadoras y financieras. Explicar con ejemplos concretos cómo funciona un contrato de arrendamiento o un esquema de factoraje puede marcar la diferencia entre una empresa que sobrevive y otra que escala. Como afirma Álvaro de Garay, vicepresidente de AMSOFAC: “Quien no enseña, no vende”.

El reto no es solo de los proveedores financieros. También corresponde a las autoridades y reguladores facilitar la operación de estas instituciones, agilizar trámites y fortalecer la certeza jurídica. La colaboración público-privada es esencial para democratizar el acceso al crédito y multiplicar las oportunidades de desarrollo regional y sectorial.

Para los directores generales, financieros y responsables de crecimiento empresarial, conocer a fondo las alternativas de financiamiento no tradicionales no es solo una ventaja competitiva: es una decisión estratégica. Transformar conocimiento en crecimiento está al alcance. La oportunidad está en diversificar las fuentes de liquidez, profesionalizar las operaciones y alinear el financiamiento con los objetivos de largo plazo.

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