Con más de cinco millones de visitantes internacionales esperados, la informalidad en el sector de seguridad privada —que alcanza hasta el 80% de las empresas— representa un riesgo operativo, reputacional y humano para gobiernos, empresas y ciudadanos. La legalidad, más que una obligación, se vuelve un activo estratégico para proyectar confianza y estabilidad.