Tecnología con causa: innovación al servicio de la sostenibilidad y el bienestar de las personas

Mario Esparza
Mario Esparza*

*PR mentor, content hacker e storyteller I Opinión Impulso Empresas2030

Durante años, la conversación sobre tecnología ha estado dominada por la automatización, la digitalización, la velocidad, la eficiencia y el crecimiento económico. 

Sin embargo, en la última década, algo ha cambiado: cada vez más startups, corporaciones tecnológicas e investigadores están canalizando el poder de la innovación hacia fines más grandes que el beneficio comercial. Estamos presenciando el surgimiento de una nueva ola de "tecnología con causa", donde herramientas como la inteligencia artificial (IA), el blockchain, el internet de las cosas (IoT) o la analítica de datos están siendo utilizadas para combatir algunos de los desafíos más urgentes de la humanidad.

Este enfoque, íntimamente ligado al Objetivo de Desarrollo Sostenible 9 (Industria, innovación e infraestructura), pretende pretende construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación inclusiva. Ya no se trata solo de crear tecnología por el placer de innovar, sino de hacerlo con propósito.

De la disrupción tecnológica al impacto ASG

Con un enfoque basado en los criterios ASG (ambiental, social y de gobernanza, la inteligencia artificial, por ejemplo, ha demostrado su capacidad para identificar patrones invisibles al ojo humano. Pero aplicada con conciencia social, puede hacer mucho más. 

En México, startups como Kilimo, especializada en agrotecnología, están utilizando IA para ayudar a los agricultores a optimizar el riego, reducir el consumo de agua y aumentar sus cosechas de forma sustentable. En zonas donde el agua escasea y el cambio climático amenaza los cultivos, esto es literalmente una cuestión de supervivencia.

Su CEO y cofundador, Jairo Trad, define a Kilimo como una climatech con un gran desafío: Lograr el equilibrio sostenible entre calidad de vida para las comunidades, preservación de los ecosistemas
y el desarrollo económico. 

Por otro lado, el blockchain ha dejado de ser solo una herramienta para las criptomonedas y se está convirtiendo en un vehículo poderoso para la trazabilidad, la transparencia y la inclusión. 

Un ejemplo inspirador es BanQu, una plataforma basada en blockchain que permite a pequeños productores agrícolas en África y América Latina registrar sus transacciones y construir un historial económico digital. Esto facilita su acceso a créditos, seguros o mejores precios por sus productos. 

Este tipo de compañía, fundada por Ashish Gadnis, no solo reduce las desigualdades en la cadenas de suministro globales, sino que empodera desde la base de la pirámide, además de demostrar que los negocios pueden ser rentables sin perder el propósito. 


Cuando la tecnología toca vidas

Actualmente, los emprendedores más visionarios están poniendo los temas ASG al centro de su propuesta tecnológica. Bajo el eslogan "viajes reales por personas reales", Rutopía, una plataforma mexicana que conecta a turistas con comunidades indígenas ofrece experiencias sustentables y auténticas. 

Además, Rutopia ha ganado premios internacionales como el Hult Prize, otorgado por las Naciones Unidas y el Premio Iberoamericano de Turismo Social y Sostenible en 2023. También fue la primera empresa de turismo en México en ser certificada con el sello B Corp, el cual reconoce a las empresas que cumplen con altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad,

De la innovación aislada a la colaboración sostenible

SIn duda, lo que distingue a los emprendimientos presentados no es solo su componente tecnológico, sino la claridad de su causa y su capacidad de escalar a través de la colaboración. Hoy, el reto no es únicamente crear tecnologías disruptivas, sino integrarlas en sistemas que favorezcan el acceso, la equidad y el impacto sostenible.

Universidades, gobiernos, ONGs y empresas deben entender que el talento tecnológico con vocación social no necesita solo inversión, sino marcos que favorezcan la experimentación responsable, el open source, los datos abiertos y el acceso inclusivo a la infraestructura digital. La innovación no florece en el aislamiento, sino en los ecosistemas colaborativos.

El futuro será tecnológico, sí. Pero el verdadero valor estará en delinearlo con causa y propósito. Y ahí, todos —emprendedores, consumidores, inversionistas y gobiernos— tenemos un papel que jugar.

Porque solo cuando la innovación responde a los grandes desafíos de nuestro tiempo, puede ser considerada, de verdad, progreso.

 Y tú, ¿cómo utilizar la tecnología con causa para impactar tu entorno?

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