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Refugio Jaguar: Una iniciativa que une a la ciencia con la RSE

En el corazón de la conservación ambiental en México, el jaguar se convierte en símbolo de resiliencia y de la unión entre ciencia y Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Ferrero de México, en colaboración con Reino Animal, anunció la tercera fase de Refugio Jaguar, un proyecto que marca un antes y un después en la protección de esta especie emblemática.

Solange Massimi, Vicepresidente de Asuntos Institucionales y Comunicación Corporativa de Ferrero de México.
Solange Massimi, Vicepresidente de Asuntos Institucionales y Comunicación Corporativa de Ferrero de México.

La nueva etapa incorpora pruebas genéticas con tecnología de secuenciación de nueva generación (NGS), aplicadas por primera vez en jaguares en el país. Este avance permitirá identificar la diversidad genética de los ejemplares, sus vínculos de parentesco y su posible origen geográfico, abriendo un camino inédito para la reproducción controlada y la preservación de la especie.

“Cuando pensamos en proyectos de sostenibilidad, no todo es energía limpia; tenemos que ver también por los seres vivos”, subraya Solange Massimi, Vicepresidente de Asuntos Institucionales y Comunicación Corporativa de Ferrero de México.

La inversión acumulada del proyecto asciende ya a 20 millones de pesos, consolidando a Refugio Jaguar como un referente de innovación en conservación. Desde su inauguración en 2021, el espacio ha recibido más de 637,000 visitantes y ha rehabilitado ejemplares en riesgo dentro de ecosistemas que replican las condiciones naturales de la especie.

Jaguar
Serán 15 ejemplares de jaguar los que serán sometidos a estudios de ADN para su reproducción segura.

El proceso científico contempla varias etapas: las muestras serán tomadas en la clínica del Refugio, trasladadas a la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN para la extracción de ADN y posteriormente enviadas a la empresa Macrogen, especializada en bioingeniería, para su secuenciación. Los resultados preliminares sobre diversidad genética y niveles de endogamia se esperan para abril de 2026.

“Cuando disminuye la variación genética, dejamos sin posibilidades a los organismos para perpetuar la especie; por eso, comprender el nivel de diversidad es esencial para su supervivencia”, explica la Dra. Victoria Araiza, investigadora del IPN.

En total se estudiarán 15 ejemplares, nueve de ellos residentes del Refugio y otros provenientes de distintos centros de conservación, además de compararse con datos de jaguares silvestres. El objetivo es claro: garantizar que las crías nacidas puedan desarrollarse con instintos naturales y convertirse en candidatos para la vida silvestre.

“Donde hay jaguares hay sanidad en el ecosistema”, afirma Ithiel Berrum, Director General del Centro de Conservación Reino Animal, al destacar que la preservación de esta especie es también la preservación de todo un equilibrio ambiental.

De acuerdo con el Tercer Censo Nacional del Jaguar 2025, realizado por la Alianza Nacional por la Conservación del Jaguar y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en México se estima la existencia de 5,326 jaguares en vida silvestre, un crecimiento del 10% respecto al censo anterior.

Más allá de la ciencia, Refugio Jaguar representa un hito en la estrategia global de responsabilidad social de Ferrero: la primera iniciativa del Grupo dedicada a la preservación de una especie animal. Un proyecto que no solo protege al jaguar, sino que también inspira a repensar la sostenibilidad como un compromiso integral con la vida.

“La aplicación de técnicas de última generación de biología molecular quedará como un referente para estudio de otras especies en el futuro y asegurar su preservación”, concluyó la investigadora del IPN.

Los pasos de esta investigación se desarrollan en tres momentos clave:

  1. Toma de muestras directamente de los jaguares.
  2. Extracción y análisis del ADN en laboratorio.
  3. Comparación genética entre ejemplares para identificar parentescos y diversidad.

Este proceso permitirá comprender mejor la riqueza genética de la especie y diseñar estrategias de reproducción más seguras. En México, el jaguar habita en cinco regiones con biotipos distintos, lo que convierte a esta investigación en un referente para preservar no solo a la especie, sino también la salud de los ecosistemas donde reina.

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