Madres trabajadoras: Claves para promover su bienestar en las empresas

En México, ser madre trabajadora implica una carrera de resistencia. La doble jornada, laboral y doméstica, no solo limita el desarrollo profesional de miles de mujeres; también refuerza la desigualdad en espacios donde aún pesan los sesgos y las brechas.

En el país, solo 4 de cada 10 mujeres participan actualmente en el mercado laboral. En contraste, 7 de cada 10 hombres lo hacen. ¿El factor determinante? La maternidad. Entre quienes acceden a un empleo formal, 7 de cada 10 son madres; muchas de ellas, además, jefas de familia. Y mientras más hijos tiene una mujer, mayor es la probabilidad de que trabaje en la informalidad.

Para Milagros Nadal, General Manager Benefits & Engagement de Edenred México, “La realidad de muchas colaboradoras es que terminan su jornada laboral para iniciar otra en casa. Y esta sobrecarga no solo agota, sino que limita su desarrollo. Por ello, las empresas deben tomar un rol activo en redefinir esta experiencia y abrir paso a un entorno más justo y productivo a través de políticas, beneficios y programas de bienestar integral”.

Las políticas empresariales rara vez consideran la maternidad como una variable estratégica. Horarios rígidos, beneficios genéricos y poca flexibilidad terminan por excluir a quienes más necesitan adaptabilidad. El costo es alto: talento desaprovechado, rotación constante y menor productividad. En este contexto, es necesario replantear el bienestar desde un enfoque hacia la maternidad.

Por ejemplo, garantizar el derecho de la lactancia materna disminuye el ausentismo laboral entre 30 y 70%, ya que se reduce el riesgo de enfermedades de los hijos durante su primer año de vida. Además, programas personalizados, acceso a guarderías, horarios híbridos y días de bienestar pueden marcar la diferencia. Se trata de condiciones laborales más inteligentes y humanas.

Innovar también es cuidar

El bienestar ya no puede medirse solo en métricas de desempeño. Se trata de un compromiso real con la calidad de vida de quienes sostienen múltiples frentes. Incorporar tecnología, datos y empatía en las estrategias de beneficios permite construir entornos laborales inclusivos, diversos y sostenibles.

Así, las organizaciones deben tomar en cuenta que la maternidad debe ser una oportunidad para que evolucionen hacia modelos más equitativos. Los beneficios integrales enfocados a las mamás trabajadoras son una inversión con retorno garantizado en lealtad, rendimiento y reputación.

Hablar de bienestar sin considerar la maternidad es ignorar una de las mayores fuentes de desigualdad en el trabajo. Es momento de que las organizaciones actúen con visión: cuidar a quienes cuidan también es una forma de innovar en el mercado laboral”.

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