Otto Scharmer: Del ego-sistema al eco-sistema
En un auditorio expectante, Otto Scharmer se paró frente a una audiencia diversa y planteó una pregunta que descolocó a más de uno: ¿Desde qué lugar interior estás operando en el mundo? No se refería a la oficina, ni al cargo, ni al sector. Hablaba del “suelo” invisible —emocional, relacional, perceptivo— desde el cual tomamos decisiones, lideramos equipos y diseñamos futuros.
Su presentación en el HABLA Summit 2025 fue una invitación a mirar más allá de las métricas, los KPIs y las estrategias. A mirar hacia dentro. A reconocer que los grandes desafíos que enfrentamos —la crisis climática, la desigualdad, la polarización— no son solo problemas externos, sino síntomas de operar desde un suelo social agotado. Un suelo que prioriza la eficiencia sobre la empatía, la velocidad sobre la escucha, la productividad sobre la presencia.
Scharmer retomó su conocida Teoría U, un marco que propone descender desde los hábitos conocidos hacia un espacio de “presencing”: una presencia profunda que permite emerger con acciones nuevas, más alineadas con el futuro que queremos crear. No se trata de innovación por innovación, sino de una transformación que nace de un cambio de conciencia.
“La función y la calidad de lo que está sobre el suelo es función de la calidad del suelo y de las raíces”, recordó. Y en ese sentido, el liderazgo consciente no es una moda, sino una necesidad. Porque no podemos regenerar ecosistemas sin regenerar primero nuestras formas de percibir, de relacionarnos, de imaginar.
Durante su intervención, propuso un ejercicio de journaling que resonó con fuerza: reconocer a nuestros maestros significativos, listar las frustraciones que nos movilizan, imaginar el futuro que deseamos y detectar las semillas que ya existen en nuestro entorno. Fue un llamado a la acción desde lo íntimo, desde lo invisible, desde lo que no suele entrar en los reportes de sostenibilidad pero determina su impacto real.
El mensaje final fue claro y contundente: el gran cambio no vendrá solo de nuevas políticas, tecnologías o modelos de negocio. Vendrá de una transformación del suelo interior desde el que operamos. Porque el futuro no se predice, se cultiva. Y ese cultivo empieza en nosotros.

