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Empresas implementan programas de bienestar, pero no logran fidelizar el talento.

Time2Grow

Las empresas viven en constante evolución. Ante la creciente ola de renuncias voluntarias y el debate sobre la salud mental en el trabajo, las empresas han intensificado sus esfuerzos para implementar programas de bienestar. Sin embargo, pese a la adopción de nuevas políticas, un creciente número de trabajadores sigue desconectándose y abandonando sus puestos, un fenómeno que subraya una importante brecha entre la intención corporativa y la experiencia real de los colaboradores.

Aproximadamente el 47 % de los trabajadores en mercados globales reportan sentirse estresados en su vida cotidiana; los principales factores de riesgo identificados son las presiones laborales, el liderazgo deficiente y ambientes de trabajo poco saludables. En México, por su parte, datos del INEGI revelan que las renuncias relacionadas con sobrecarga laboral crecieron 57.2 % en el último año. Además, la falta de reconocimiento, liderazgo pobre y ambientes laborales hostiles aparecen recurrentemente como factores que agravan la deserción voluntaria.

Para Estrella Vázquez, CEO de Time2Grow, esta discrepancia es el síntoma de un problema más profundo. "El verdadero bienestar no se mide en beneficios superficiales como canastas de fruta o una semana de bienestar al año. Si un líder no fomenta un ambiente de confianza, o si el horario laboral es tan demandante que no permite el balance, ese programa es solo un parche, no una solución estructural", afirma la experta.

De acuerdo con Vázuqez, es cada vez mayor el número de candidatos a un empleo que investiga la cultura de una empresa antes de postularse. Cuando el discurso de una compañía sobre el cuidado del colaborador no se alinea con su experiencia diaria, la incoherencia puede volverse viral y dañar la marca empleadora de forma irreversible.

Se insiste en que las políticas de bienestar deben ser parte del ADN de la organización, no una estrategia de marketing. "El liderazgo es el verdadero motor del bienestar. Un líder que practica la empatía y fomenta una comunicación abierta puede mitigar el estrés y la sobrecarga laboral de manera mucho más efectiva que cualquier programa decorativo. El reto es formar líderes que entiendan que el éxito del equipo está directamente ligado a su bienestar físico y mental", señala la experta.

"Hoy, el desafío de RRHH es ir más allá del check-list. Las empresas que realmente apuestan por el talento invierten en flexibilidad, en tecnología que reduce la carga administrativa, en una evaluación constante de las métricas de bienestar y en una formación de liderazgo orientada a la empatía y al cuidado del equipo. El éxito de una compañía ya no solo se basa en su rentabilidad, sino en su capacidad de crear un entorno donde el bienestar no sea un extra, sino un pilar fundamental del negocio", concluye. La tendencia es clara: el futuro del trabajo ya no es solo sobre lo que se hace, sino sobre cómo se vive.

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